Todas las aplicaciones requieren el sustento de sus sistemas, independientemente de cuál sea su sector e infraestructura (instituciones financieras, industria, comercio y servicios, Administración Pública y educación, etc. Servidores de tecnologías como Wintel o Unix, de almacenamiento de datos, puestos de trabajo estándar y especializados, terminales de punto de venta (TVP), periféricos, dispositivos de gestión y autoservicio, etc.
No te quedes atrás en la carrera tecnológica. El paradigma del servicio y la relación entre las empresas y sus proveedores tecnológicos están en continuo cambio. El resultado de todo el proceso de soporte y mantenimiento se traduce en rendimiento y rentabilidad. La gestión del mantenimiento de software que requieren todas las aplicaciones garantiza el funcionamiento y la seguridad que tus sistemas necesitan.
Las aplicaciones se han convertido en un apoyo fundamental para los negocios de hoy en día. Son auténticos sistemas vivos que necesitan mejoras continuas y actualizaciones que les permitan ser perfeccionadas y evolucionar. Sin embargo, algunas obvian su mantenimiento y soporte, esenciales para garantizar su eficiencia. Por ello, algunos expertos ayudan a las empresas no solo a desarrollar sus aplicaciones de negocio (fundamentales para optimizar y gestionar los procesos de la organización), sino también a analizarlas y adaptarlas al contexto parar facilitar el día a día de la compañía.
El servicio de mantenimiento de aplicaciones permite externalizar su cuidado y dejarlas en manos de un equipo experto. Tomarán el control del software, desde los requerimientos de la empresa hasta los códigos fuente y la arquitectura. Todo este proceso será gestionado en base al control de calidad, la visibilidad del cliente y ciclos ágiles de desarrollo.
El soporte y mantenimiento de aplicaciones es imprescindible para realizar tareas de mejora continua y corregir errores. Las empresas consiguen adaptar las aplicaciones a sus necesidades, mejorar la experiencia de los usuarios y prepararlas para los cambios, lo que se traduce en: ahorro para la empresa, resolución de incidencias o consultas, actualización de librerías, módulos o plugins, nuevas funcionalidades, restauración de copias de seguridad, actualización del software base y plantillas, configuración, etc.
Podemos encontrar distintos tipos de soporte, desde el preventivo (minimiza incidentes, pone a punto la infraestructura, hace revisiones periódicas, realiza informes, hace recomendaciones de mejora y monitoriza), hasta el correctivo (corrige incidentes, permite el acceso remoto o insitu y analiza las causas de las incidencias persistentes) y el adaptativo (consultoría, análisis de impacto ante nuevas soluciones o sistemas, optimiza la infraestructura y ahorra costes).
Otras ventajas que obtienen las empresas con el mantenimiento y soporte de aplicaciones son: la asistencia inmediata, la asistencia técnica a equipos, infraestructuras y redes, y la reducción de costes por soporte informático… ¿Cómo estás asegurando la disponibilidad y el funcionamiento de tus sistemas? ¿Necesitas integrar procesos y tecnología?